Vientos en el Océano Atlántico

Alisios, monzones, vientos polares, huracanes o vientos del Oeste son patrones de viento típicos del Atlántico. ¿Cómo prepararse para ellos y cómo navegar con ellos?

El océano Atlántico es una vasta extensión de agua que presenta diferentes patrones de viento a lo largo del año, influidos por los cambios de temperatura sobre el agua y la tierra, la ubicación (trópicos, ecuador, polos), la rotación de la Tierra y la presión atmosférica. Estos patrones de viento, como los vientos alisios, los monzones, los vientos polares, los huracanes y los vientos del oeste, fueron reconocidos y utilizados por los antiguos navegantes que disponían de herramientas y recursos de navegación limitados. Hoy en día, los navegantes modernos tienen acceso a instrumentos electrónicos, radio, GPS, imágenes por satélite y previsiones meteorológicas, pero entender los principios que subyacen a estos patrones de viento sigue siendo crucial para un viaje seguro y exitoso.

¿Qué vientos encontrará en el Océano Atlántico?

Los orígenes de la navegación se remontan a civilizaciones antiguas como los fenicios, los griegos, los vikingos, los árabes, los persas y los pueblos indígenas de las islas de Oceanía, que fueron los primeros en aventurarse a explorar nuevos territorios. En aquellos primeros tiempos, los marineros se basaban en señales visuales como faros y puntos de referencia naturales para navegar, pero con el avance de la navegación marítima, herramientas como el astrolabio, el sextante y la brújula se hicieron esenciales para la astronavegación. El conocimiento de los vientos y las corrientes que prevalecen en el océano Atlántico también desempeñó un papel crucial para que los marineros pudieran trazar su rumbo con eficacia. Si aspiras a ser un marino experimentado, también debes aprender a interpretar los patrones meteorológicos y las formaciones nubosas para ayudarte a navegar en alta mar.

CONSEJO YACHTING.COM: ¿Quiere navegar por el mar, pero no se atreve con el vasto Atlántico? Ponga a prueba sus conocimientos en el mar Mediterráneo. Aquí podrás probar cómofuncionan las corrientes en el Mediterráneo.

Alisios: viento fresco y estable

Las regiones tropicales del océano Atlántico están marcadas por un patrón recurrente de vientos conocidos como alisios, que soplan desde el este. Estos vientos alcanzan su máxima intensidad cerca del ecuador y se debilitan gradualmente a medida que avanzan hacia los subtrópicos. Los vientos alisios se caracterizan por el movimiento de masas de aire desde zonas de altas presiones hacia zonas de bajas presiones. Aunque son más comunes durante los meses de verano, son menos frecuentes en invierno. Estos vientos suelen encontrarse hasta unos 30 grados al norte y al sur del ecuador.

La fuerza moderada de los alisios los convierte en una opción estable y fiable para los navegantes, con una velocidad media de unos 20 km por hora. Estos vientos no son especialmente tormentosos ni peligrosos, sino que conllevan una serie de importantes ventajas que han sido aprovechadas por navegantes y comerciantes desde los inicios de los viajes de ultramar. De hecho, gracias a los alisios fue posible cruzar el océano Atlántico hasta América. La primera carta de los vientos alisios y los monzones fue elaborada en 1686 por Edmund Halley, a partir de datos recogidos por marinos mercantes británicos.

Cartas náuticas y navegación

Cartas náuticas: equipo obligatorio para los navegantes

Vientos de poniente: adrenalina para navegantes avanzados

En las latitudes templadas del Atlántico se produce constantemente una zona de vientos predominantes del oeste, también conocidos como vientos contrarios. Estos vientos son impulsados por la rotación de la Tierra y la interacción entre sistemas de bajas y altas presiones. Como pauta general, la fuerza de los vientos del oeste y sus ráfagas aumentan con la altitud. En el Atlántico Norte, estos vientos del oeste presentan patrones meteorológicos recurrentes, como las tormentas que descargan chubascos de lluvia y nieve en Europa y Norteamérica.

Para los navegantes avezados, los vientos del oeste en el Atlántico Norte proporcionan una experiencia estimulante. Navegar por el Atlántico exige un mayor nivel de pericia y conocimientos que la navegación más tranquila por el Adriático. Si ya está familiarizado con todos los tipos de vientos del Adriático, está preparado para una aventura oceánica.

Para vivir una experiencia de navegación oceánica, diríjase a las Islas Canarias, un destino muy popular entre los navegantes avanzados. Estas "islas de la eterna primavera" no sólo ofrecen condiciones de navegación atractivas, sino también una excelente infraestructura náutica, fondeaderos seguros y puertos deportivos a lo largo de la costa de cada isla. Además, las Canarias cuentan con una impresionante belleza natural y numerosas atracciones turísticas que explorar.

CONSEJO YACHTING.COM: Además de los vientos alisios y de poniente, las Islas Canarias también pueden sufrir un viento cálido sahariano conocido como Calima durante los meses de julio y agosto. Este fenómeno climático africano no sólo conlleva una ola de calor, sino también polvo y arena, lo que da lugar a una neblina arenosa que reduce considerablemente la visibilidad.

Vientos de levante polares: un viaje para los intrépidos

Como su nombre indica, los vientos polares son un patrón meteorológico recurrente en las regiones polares del océano Atlántico, caracterizado por vientos que soplan del este. Estos vientos polares del este se alimentan de las disparidades de temperatura entre el aire polar gélido y el aire más cálido más cercano al ecuador. Los vientos polares del este son más intensos durante el invierno, cuando la diferencia de temperatura es más significativa. A diferencia de los alisios y los vientos del oeste, los vientos polares suelen ser más débiles y menos constantes.

Los vientos polares de levante desempeñan un papel clave en la formación de casquetes polares y capas de hielo, y en la circulación de corrientes oceánicas como la corriente del Golfo, que se forma cuando los vientos polares de este a oeste empujan el aire frío y el hielo de los polos a lugares más cálidos en latitudes cercanas al ecuador.

Navegar en aguas heladas polares

Navegar entre glaciares con impresionantes paisajes

Monzones: prepárese para la temporada de lluvias

Los monzones son otro tipo de viento estacional en el océano Atlántico. Se observan con mayor frecuencia a lo largo de la costa occidental de África y el Mar Arábigo, aunque también pueden darse en otras regiones. Característicos de los meses de verano, los monzones implican la evaporación del aire cálido y húmedo del océano. Cuando este aire se encuentra con el aire frío y seco de la tierra, la intensidad del viento se amplifica y el aire condensado provoca lluvias excepcionalmente intensas.

Las estaciones monzónicas funcionan de forma similar a las estaciones regulares, y el término monzón deriva de la palabra árabe para estación "mausim". Los monzones se producen en distintas épocas en diferentes partes del mundo, por lo que es esencial investigar de antemano el calendario de monzones del destino elegido para navegar. Por lo general, los monzones se clasifican en monzones de verano y de invierno, que se alternan periódicamente. En las regiones tropicales y subtropicales, los monzones son el resultado de unflujo de aire recurrente que cambia de dirección cada dos años (la definición meteorológica requiere un cambio de viento de al menos 120 grados).

CONSEJO YACHTING.COM: El viento no es la única fuerza motriz que puede utilizar en su favor cuando navega. Las corrientes marinas y oceánicas también actúan como medios de propulsión gratuitos. Vea cómo funciona la navegación en aguas mareales.

Huracanes: el poder destructor del viento

Los huracanes son potentes tormentas tropicales, o ciclones tropicales, que se forman en aguas oceánicas cálidas. Para desarrollarse, el agua del océano debe tener al menos 26 grados centígrados y extenderse hasta una profundidad de al menos 50 metros por debajo de la superficie. Por consiguiente, los huracanes se encuentran principalmente en las zonas tropicales donde se dan estas condiciones, aunque no son exclusivos de las regiones ecuatoriales. Un huracán es una depresión en forma de vórtice, de entre 100 y 2.000 kilómetros de tamaño, con un ojo característico en su centro. Para saber más sobre los ciclones tropicales, explore la información sobre cuándo se producen huracanes en varios destinos exóticos para navegar.

El sistema tormentoso giratorio de un huracán, caracterizado por una presión extremadamente baja, puede alcanzar velocidades de hasta 300 kilómetros por hora, lo que lo hace altamente destructivo. A medida que se desplaza sobre tierra, el huracán va perdiendo intensidad, debilitándose considerablemente antes de acabar disipándose. Este fenómeno meteorológico no es exclusivo del Atlántico y recibe diferentes nombres en distintas partes del mundo. En Norteamérica y Canadá se llama huracán, en Asia tifón, en el Océano Índico ciclón, etcétera.

Las secuelas del huracán en el puerto

El viento es un valioso aliado y una fuerza destructiva

El viento puede actuar como fuente de energía para turbinas y bombas eólicas, contribuir positivamente a la circulación del aire y a la regulación de la temperatura, al tiempo que sirve como fuerza destructiva al transportar partículas de polvo. Para los navegantes, el viento es esencial como mecanismo de propulsión en las actividades náuticas tanto deportivas como de ocio. Para garantizar una navegación segura y sin complicaciones, es crucial comprender los principios del flujo del viento, los patrones meteorológicos recurrentes y los efectos de la temperatura y el terreno. De hecho, el viento influye significativamente en la velocidad y la dirección del movimiento de una embarcación.

Comprender el tiempo predominante e instantáneo, interpretar la información crucial de ayudas e instrumentos como cartas, brújulas, sistemas de navegación, GPS, y ser consciente de los vientos regulares es vital para los navegantes. Estos conocimientos son especialmente importantes para navegar por el océano Atlántico con seguridad y eficacia. El Atlántico, que es el segundo océano más grande de la Tierra, abarca más de 106 millones de metros cuadrados de la superficie del planeta y, por lo tanto, presenta un complejo sistema de vientos que desempeñan importantes funciones climáticas y meteorológicas. Conociendo qué vientos cabe esperar cuando se navega por el Atlántico, sus características y cómo afectan al medio ambiente, los navegantes pueden aventurarse con confianza en aguas oceánicas.

Existen numerosos itinerarios establecidos para navegar por el Atlántico, con opciones que dependen de sus preferencias, punto de partida, destino y experiencia. Entre las opciones más populares se encuentran las rutas transatlánticas desde Europa a Norteamérica, la navegación por el Caribe o la navegación por las Islas Canarias. Los vientos del océano Atlántico suponen un reto importante, y junto con las corrientes y las condiciones meteorológicas, vencer a los elementos se convierte en parte integrante de la aventura.

Si decide navegar por el Atlántico, es crucial que se prepare muy bien. Tendrá que inspeccionar a fondo su barco para asegurarse de que está en perfectas condiciones, abastecerse de comida, bebida y combustible, y comprobar el equipo de seguridad y el funcionamiento de los instrumentos de a bordo. También es esencial tener un plan de navegación detallado, una ruta planificada y posibles alternativas y escenarios para una emergencia. Si toma todas las medidas necesarias antes del viaje, tiene suficientes conocimientos de meteorología, navegación y experiencia en navegación oceánica, le espera una experiencia inolvidable.

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Preguntas frecuentes: ¿Qué vientos soplan en el océano Atlántico?