Descubrir la náutica en Francia: del Mediterráneo al Atlántico, pasando por los trópicos

A menudo, los patrones europeos pasan por alto a Francia, lo que resulta sorprendente si se tienen en cuenta las opciones que ofrece a los navegantes. Francia ofrece a principiantes y familias la posibilidad de disfrutar de la tranquila navegación mediterránea por la Costa Azul, de cruceros deportivos por Córcega o por las aguas oceánicas de Bretaña y el Golfo de Vizcaya, e incluso de exóticas islas tropicales. Francia lo tiene todo.

Francia ostenta el honor de ser el país con más husos horarios en su territorio, con doce zonas diferentes debido a sus territorios de ultramar adquiridos mediante la colonización y aún administrados formalmente. Esto ofrece una importante ventaja a los navegantes europeos: la posibilidad de disfrutar de un suntuoso crucero por el Caribe sin necesidad de visado (basta con el pasaporte).

Los franceses sienten pasión por la vela, lo que queda patente en las renombradas marcas de barcos como Jeanneau, Bénéteau, Dufour, Lagoon, Catana y Nautitech, todas ellas procedentes de Francia. Los puertos deportivos del país suelen ser modernos y estar bien equipados, y la infraestructura náutica en general es excepcional.

Es cierto que Francia puede resultar más cara en algunos aspectos. Sin embargo, si está acostumbrado a cocinar en su barco, podrá encontrar ingredientes de alta calidad a precios razonables en los supermercados locales. Además, las tarifas de alquiler de barcos no difieren mucho de las de otras partes del Mediterráneo, y como el coste puede repartirse entre la tripulación, las vacaciones en yate son a menudo una opción más atractiva que alojarse en hoteles.

El clima mediterráneo de la Costa Azul es bastante similar al de Italia o Croacia, caracterizado por veranos cálidos y soleados e inviernos suaves, con temperaturas medias que oscilan entre los 15 y los 30°C. Los meses más cálidos, entre julio y agosto, coinciden además con la principal temporada de navegación. Una característica notable es el impresionante cielo azul, que permanece despejado la mayoría de los días. Esto se debe al Mistral, el potente viento frío que sopla desde el golfo de Vizcaya a través del interior de Francia, arrastrando hacia el mar las nubes e incluso la contaminación de las grandes ciudades.

El clima de Córcega no difiere mucho del de la Francia continental, y los inviernos son igualmente suaves, aunque más húmedos. Los veranos pueden ser bastante calurosos, con temperaturas que alcanzan los 40 °C en julio y agosto. El tiempo aquí está influido no sólo por el Mistral, un fuerte viento frío, sino también por el Siroco, un viento cálido y seco del sureste que se origina sobre el Sáhara.

El clima en el norte y el sur de Bretaña está influido en gran medida por el océano Atlántico, lo que se traduce en veranos más suaves e inviernos más fríos. Además, se espera una mayor humedad y fuertes vientos que crean olas cortas y agitadas. Las condiciones del norte de Bretaña se ven aún más afectadas por el Canal de la Mancha, conocido por sus fuertes vientos, corrientes, niebla y mares impredecibles.

ElGolfo de Vizcaya, situado frente a la costa occidental de Francia, es conocido por sus condiciones imprevisibles y cambiantes a lo largo del año. Aunque la cálida corriente del Golfo contribuye a un clima suave, las corrientes oceánicas y las zonas de altas y bajas presiones interactúan con frecuencia y provocan cambios drásticos en el tiempo. De hecho, es en esta región donde se origina el famoso viento Mistral.

El Caribe se caracteriza por el calor tropical y el sol, acompañados de una elevada humedad. Las temperaturas suelen oscilar entre 26 y 29 °C. Una suave brisa, por lo general desprovista de ráfagas significativas, proporciona un agradable efecto refrescante y una propulsión constante a las embarcaciones. En la mayoría de las islas caribeñas se distinguen dos estaciones: la seca y la lluviosa. La estación seca, de diciembre a mayo, se caracteriza por temperaturas suaves y precipitaciones mínimas. Por el contrario, la estación lluviosa, de junio a noviembre, trae consigo temperaturas más altas y un aumento de las precipitaciones. Además, las tormentas tropicales y los huracanes suponen una amenaza durante este periodo, causando daños en las islas y generando grandes olas incontrolables en el mar.

La Costa Azul, también conocida como Riviera Francesa, es uno de los destinos mediterráneos más codiciados. Definir los límites exactos de la Costa Azul puede resultar complicado. Se suele decir que se extiende desde la ciudad de Menton, cerca de la frontera italiana, hasta el puerto de Cassis. Sin embargo, Marsella, situada un poco más lejos, también se asocia a menudo con la Costa Azul.

Marsella

Marsella es la segunda ciudad más grande de Francia. Con un aeropuerto internacional y un puerto con capacidad para unos tres mil barcos, suele ser la primera opción para los navegantes. Esta metrópolis cosmopolita ofrece una excelente combinación de monumentos históricos y comodidades modernas, lo que le permitirá disfrutar de los encantos de la ciudad antes de embarcarse en su aventura náutica.

Cassis

Esta ciudad portuaria, enclavada en una impresionante bahía rocosa, es famosa por sus fortificaciones y la piedra local. La piedra ha influido notablemente en la arquitectura de este puerto, así como en las de Marsella, Argel y Alejandría en Egipto. Curiosamente, la misma piedra sirvió de base para la Estatua de la Libertad de Nueva York.

Saint-Mandrier-sur-Mer

El pueblo de Saint-Mandrier-sur-Mer es un popular punto de partida para los navegantes, ya que aquí se alquilan muchos barcos. Su práctica ubicación, a medio camino entre Marsella y Saint-Tropez, permite descubrir la belleza de la Costa Azul en ambas direcciones. Hoy le recomendamos navegar hacia el Este para explorar los famosos puertos de Niza, Antibes y, quizás, las menos conocidas islas Hyères.

1. Saint-Mandrier-sur-Mer - Porquerolles (14 NM)
2. Porquerolles - Saint-Tropez (40 NM)
3. Saint-Tropez - Iles de Lerins (28 NM)
4. Iles de Lerins - Antibes (12 NM)
5. Antibes - Niza (15 NM)
6. Niza - Calanques de Cassis (47 NM)
7. Calanques de Cassis - Saint-Mandrier-sur-Mer (27 NM)

Saint-Tropez

Este pueblo de pescadores, antaño insignificante, ganó fama gracias a las estrellas de cine en los años cincuenta. Desde entonces, la localidad ha experimentado una notable transformación y se ha convertido en sinónimo de vacaciones de verano en Francia. A día de hoy, mantiene una fuerte conexión con el cine, en particular con la serie de películas sobre gendarmes protagonizadas por Louis de Funès, a la que incluso se ha dedicado todo un museo.

Puerto Grimaud

A menudo llamada la Venecia de Francia, Port Grimaud es una ciudad construida sobre el agua, que conecta varias penínsulas e islas de forma similar a Venecia en Italia. Construido en la década de 1960, la arquitectura del puerto puede no ser tan antigua o intrincada como la de su homólogo más famoso. Sin embargo, si le gusta navegar por los canales, Port Grimaud es el destino perfecto para usted.

Cannes

Cannes es una ciudad que probablemente quedará ligada para siempre a su célebre festival de cine y a las marcas de lujo. El centro histórico original, aunque pequeño, queda algo eclipsado por los hoteles, restaurantes y balnearios que han surgido con los años.

Antibes

Antibes es una ciudad de contrastes. Por un lado, se pueden contemplar los yates de las personas más ricas del mundo en el mayor puerto deportivo privado del Mediterráneo. Por otro, tendrá la oportunidad de disfrutar de la auténtica hospitalidad provenzal y comprar en el mercado local manjares directamente a quienes los cultivaron y elaboraron.

Menton

La ciudad portuaria de Menton, con sus casas pintadas de vivos colores, asciende por la ladera de una colina y se asemeja asombrosamente a Oporto en España o a los centros turísticos de la Costa Amalfitana. La ciudad es famosa por sus deliciosas naranjas, mandarinas y limones, que se celebran anualmente con un colorido y encantador festival. Aparte de eso, la ciudad tiene un ambiente más turístico.

1. Marsella - Cassis (14 NM)
2. Cassis - Toulon (45 NM)
3. Toulon - Porquerolles (25 NM)
4. Porquerolles - Saint-Tropez (40 NM)
5. Saint-Tropez - Cannes (17 NM)
6. Cannes - Niza (21 NM)
7. Niza - Menton (14 NM)

Las llamadas Islas Doradas se encuentran cerca de Hyères y ofrecen una excelente oportunidad para escapar de los bulliciosos centros turísticos y sumergirse en la naturaleza. Por ejemplo, la isla de Porquerolles no sólo es famosa por su producción vinícola y sus impresionantes playas, sino también por su paisaje relativamente llano, ideal para montar en bicicleta. Aquí podrá alquilar una bicicleta. La playa de Palud, en Port-Cros, tiene fama de ser uno de los mejores lugares del Mediterráneo para practicar snorkel.

1. Saint-Mandrier-sur-Mer - Porquerolles (14 NM)
2. Porquerolles - Port-Cros - Isla de Levante (15 NM)
3. Isla de Levante - Saint-Tropez (25 NM)
4. Saint-Tropez - Iles de Lerins (28 NM)
5. Iles de Lerins - Hyères (12 NM)
6. Hyères - Presqu'île de Giens - Calanque de Port d'Alon (38 NM)
7. Calanque de Port d'Alon - Saint-Mandrier-sur-Mer (22 NM)

Al oeste de Marsella, la costa mediterránea francesa tiene otro carácter. El golfo de León se extiende por los puertos y aguas entre Marsella y el cabo de Creus, en el noreste de España. A diferencia de la Costa Azul, este litoral está menos urbanizado y es más tranquilo para ser un destino turístico tan popular. Los centros de las grandes ciudades están más hacia el interior y, en general, la infraestructura náutica no es tan sofisticada como en la Costa Azul. Sin embargo, la zona desprende un romántico encanto medieval. En casi todas las ciudades encontrará una fortaleza bien conservada, un imponente edificio religioso o, simplemente, impresionantes puentes y casas de piedra.

La Bahía de los Leones es un destino atractivo para quienes prefieren una experiencia más apartada, lejos de los concurridos centros turísticos. También puede ser una interesante aventura de navegación embarcarse desde la costa francesa a la española o incluso a las Baleares, proporcionando una experiencia de navegación diversa y agradable.

Para las tripulaciones experimentadas, una travesía desde el continente europeo hasta Córcega ofrece un estimulante viaje de 100 millas náuticas. También se puede volar directamente a Córcega y alquilar un barco allí mismo. La mayoría de los chárteres y embarcaciones de la isla se concentran en unos pocos puertos, como Ajaccio, Propriano, Bonifacio, Calvi y Bastia, por lo que los puertos deportivos pueden estar abarrotados en temporada alta. Sin embargo, el litoral de Córcega es accidentado y cuenta con numerosas calas de gran belleza donde se puede fondear gratuitamente, disfrutando de intimidad y tranquilidad en estos parajes idílicos.

Córcega es realmente única, con su encanto salvaje y ligeramente agreste, que le dejará una impresión duradera y le creará recuerdos maravillosos. Dé una oportunidad a Córcega y experimente un crucero más aventurero en el Estrecho de Bonifacio.

Normalmente, es en Bretaña donde la gente se aventura para su primera experiencia de navegación oceánica. Para los recién llegados, recomendamos la Bretaña meridional, más apacible, pero sabemos por experiencia que incluso la región septentrional puede manejarse bajo la dirección de un patrón experto. En cualquier caso, prepárese para vientos fuertes, grandes olas y un frío que requiere un equipo de navegación más avanzado. Sin embargo, se ganará sus galones de navegante, disfrutará de una navegación estimulante y contemplará las vistas de los magníficos faros que se alzan sobre la escarpada costa. Además, Bretaña es conocida por su excelente cerveza y sidra.

El golfo de Vizcaya, más meridional, es notablemente más cálido que Bretaña, pero las corrientes oceánicas regulares, los ciclones y los anticiclones pueden hacer que el tiempo cambie de una hora a otra. Puede empezar a explorar la zona del golfo de Vizcaya desde el puerto de La Rochelle, bien protegido de los vientos y las olas del Atlántico por las islas vecinas de Ré y Oléron. Esta ruta puede parecer sencilla, pero no hay que subestimar las aguas de esta zona. Navegar por esta zona le proporcionará su primera experiencia del Golfo de Vizcaya, al tiempo que le permitirá orientarse.

1. La Rochelle - Les Minimes (2 NM)
2. Les Minimes - La Flotte en la isla de Ré (14 NM)
3. La Flotte - Isla de Oléron (20 NM)
4. Isla de Oléron - Rochefort (25 NM)
5. Rochefort - La Rochelle (25 NM)
6. La Rochelle - Isla de Aix (15 NM)
7. Île d'Aix - La Rochelle (15 NM)

Si le atrae la idea de disfrutar de una navegación excepcional en un paraíso tropical mientras repasa su francés, estos destinos le brindan la oportunidad perfecta para vivir experiencias de navegación tanto en yate como en catamarán:

San Martín (Antillas Menores)

San Martín es famosa por la playa de Maho, donde los aviones vuelan increíblemente bajo durante el aterrizaje, emocionando a los turistas que disfrutan siendo lanzados al mar por las aeronaves. La isla está dividida en una parte holandesa y otra francesa, siendo la primera mucho más tranquila. Los puertos deportivos destilan un sofisticado ambiente francés. Para un recuerdo auténtico, puede comprar una fragancia personalizada en la perfumería Tijon.

Guadalupe (Antillas Menores)

Disfrute de las impresionantes vistas de los acantilados blancos y la exuberante vegetación desde la cubierta de un catamarán, visite a las iguanas, saboree el tentador aroma de las especias en el famoso mercado de Saint-Antoine o dese un baño romántico en las aguas termales de la zona.

Martinica

Martinica, a menudo conocida como la isla de las flores, hace honor a su nombre. La exuberante vegetación de la isla está siempre presente, ya sea descansando en una hermosa playa de arena o haciendo senderismo hasta la cima del volcán Montagne Pelée. Si las flores no son su principal interés, la isla también es conocida por producir uno de los mejores rones del mundo.

Polinesia Francesa

Navegar entre las 118 islas de la Polinesia Francesa ofrece infinitas oportunidades de exploración y descubrimiento. Se cree que esta vasta zona, compuesta por varios archipiélagos, es uno de los últimos lugares de la Tierra habitados. Es bastante sorprendente, dada la abundancia de tesoros naturales que aquí se encuentran, como perlas negras, café, piñas y vainilla. Cada vez que navegue por estas impresionantes islas, encontrará nuevas y cautivadoras vistas, experiencias y sabores que le dejarán maravillado con este extraordinario destino.

Nueva Caledonia

Para los apasionados del submarinismo y el buceo, Nueva Caledonia es el equivalente del Everest para los alpinistas. Cerca de allí, hay un arrecife de coral de 1.500 pies de largo que se ha ganado un puesto en la lista de monumentos naturales de la UNESCO.